Esteatosis Hepática no Alcohólica y Diabetes tipo2

La Esteatosis Hepática (coloquialmente hígado graso) consiste en el depósito de grasa a nivel del hígado, que se puede acompañar o no de inflamación y/o fibrosis. Se subdivide en función de si es debida a un consumo excesivo de alcohol o no.

En la actualidad, la esteatosis hepática no alcohólica se ha convertido en la causa más común de enfermedad hepática crónica en los países de occidente. Según los últimos estudios podría afectar hasta a un 40-50% de la población, siendo mucho más frecuente en personas con Diabetes Mellitus tipo 2. En concreto, se ha objetivado que la mayoría de los estos pacientes tienen hígado graso, y que hasta en la mitad de ellos, el depósito de grasa puede dar lugar a inflamación hepática (en términos médicos esteatohepatitis). Además, la presencia de esteatosis hepática dificulta el control de la diabetes y, en aquellos pacientes tratados con insulina, necesidad de mayores dosis de ésta.

La presencia de grasa a nivel hepático, además de dar lugar a aumento de citoquinas (unas sustancias inflamatorias), origina elevación de los ácidos grasos libres, lo que se traduce en una dislipemia mixta, típicamente caracterizada por aumento de triglicéridos y LDL (lo que conocemos como “colesterol malo”) y descenso del HDL (o “colesterol bueno”). La inflamación subclínica, junto con la dislipemia y la diabetes, promueven la aparición prematura de enfermedad cardiovascular, motivo por el cual es importante diagnosticar de forma precoz y tratar la esteatosis hepática.

Dado que esta enfermedad no suele ocasionar síntomas ni signos, es el médico quien debe sospecharla y, según el riesgo del paciente, solicitar las exploraciones complementarias necesarias para su diagnóstico. En una analítica rutinaria, se suele objetivar elevación de las enzimas hepáticas (ALT y AST), pero su normalidad no excluye el diagnóstico. Actualmente, la prueba más utilizada, por su disponibilidad y sencillez de realización, es la Ecografía hepática. Además, en aquellos pacientes con esteatosis moderada o grave se recomienda la realización de un FibroScan para evaluar la presencia y el grado de fibrosis o cirrosis asociada a ésta.

El tratamiento de la esteatosis hepática en diabéticos incluye tanto cambios en el estilo de vida, como fármacos para la Diabetes y la Dislipemia.  Se recomienda perder peso, mediante una dieta baja en azúcares simples y en grasas saturadas. Con sólo disminuir un 7-10% el peso, ya se observa mejoría en el depósito de grasa hepático. Respecto al tratamiento de la diabetes, el fármaco que ha demostrado ser más eficaz en la mejoría de la esteatosis es la Pioglitazona, aunque sus indicaciones son restringidas debido a los efectos secundarios que origina. El Liraglutide, que se usa tanto para la diabetes como para perder peso, ha mostrado también resultados favorables. Para el tratamiento de la dislipemia se recomiendan en primer lugar las Estatinas, y en segundo los Fibratos.

En Clínica ServiDigest los Departamentos de Digestivo, Endocrinología y Nutrición, actúan de forma conjunta y coordinada para el diagnóstico y abordaje tanto de la Diabetes como de la Esteatosis hepática, con el objetivo de detectar ambas de forma precoz y proporcionarle el tratamiento más adecuado y adaptado a su situación clínica.