Colon irritable. Síntomas y tratamiento

El Colon Irritable o Síndrome de Intestino Irritable, es un trastorno funcional que se define clínicamente por la relación, sin causa orgánica conocida, entre el malestar abdominal y alteraciones del hábito deposicional. La prevalencia en nuestro país varía entre el 3,3 y el 13,6%.

El Colon Irritable es ligeramente más frecuente en mujeres que en hombres. Los subtipos más frecuentes en este género son los de predominio de estreñimiento y los alternantes (alterna diarreas con estreñimiento). El subtipo diarrea se distribuye por igual entre ambos sexos.

Este síndrome puede asociarse con otras enfermedades, como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica.

Aunque algunos estudios son discordantes en cuanto a si esta afectación aumenta o disminuye con la edad, la mayoría sugieren que la prevalencia es inferior en ancianos.

Síntomas frecuentes del Síndrome de Intestino Irritable

Dolor o malestar abdominal que se alivia con la defecación y/o con las ventosidades.

Dolor o malestar abdominal que se asocia a un cambio en el ritmo intestinal (diarrea, estreñimiento o alternancia de ambos) o en la consistencia de las heces (duras, líquidas o semi-líquidas).

Sensación de hinchazón o distensión abdominal.

Urgencia defecatoria.

Tenesmo fecal (no quedarse satisfecho tras la defecación).

Incontinencia fecal.

Presencia de moco en las deposiciones.

Esfuerzo excesivo durante la defecación.

Sensación de evacuación incompleta.

Otros síntomas también relacionados: ardores de estómago, digestiones lentas, saciedad precoz, dolor anal.

Síntomas no intestinales que pueden asociarse con SII

Reglas dolorosas

Dolores musculares

Dolores óseos

Cansancio

Dolor de cabeza

Alteraciones psicológicas como ansiedad, angustia, depresión.

Subtipos de Síndrome de Intestino Irritable

SII con predominio de estreñimiento.

SII con predominio de diarrea.

SII alternante (alterna períodos de estreñimiento con diarreas).

El curso clínico de esta patología se caracteriza por períodos con presencia de síntomas, alternando con otros asintomáticos.

Diversos estudios han demostrado que los pacientes con SII tienen una peor calidad de vida que la población general.

Causas del Síndrome de Intestino Irritable

Aunque no se conozca exactamente la causa, se han descrito algunos mecanismos fisiopatogénicos implicados:

Factores genéticos y ambientales.

Alteraciones en la motilidad digestiva (movimientos intestinales).

Hipersensibilidad intestinal.

Sobrecrecimiento bacteriano.

Post-gastroenteritis (tras un episodio de diarrea infecciosa).

Alteraciones psicológicas  (ansiedad, depresión, somatización, cancerofobia, etc).

Historia de abuso físico y sexual.

El estrés psicológico agudo podría afectar los movimientos y la sensibilidad intestinal, lo que explicaría el porqué más de la mitad de los pacientes con SII relacionan los episodios de exacerbación de sus síntomas con situaciones estresantes.

El ciclo menstrual influye en la percepción de la patología en mujeres que padecen Síndrome de Intestino Irritable.

Pruebas complementarias empleadas

Análisis de sangre completo con reactantes de inflamación, metabolismo del hierro y otras vitaminas, hormonas tiroideas, estudio de celiaquía, etc…

Coprocultivos con parásitos.

Ileocolonoscopia con biopsias.

Gastroscopia con biopsias.

Test Aliento H2 Lactosa.

Estudio del intestino delgado mediante Cápsula endoscópica, Entero-RM, Entero-TAC, etc…

Tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable

El apoyo del médico y la confianza del paciente en el mismo son fundamentales.

El médico debe tranquilizar y educar al paciente indicándole la naturaleza completamente benigna del trastorno, explicándole de forma comprensible los motivos por los que aparecen los síntomas y ayudándole a detectar y controlar los factores desencadenantes.

Los profesionales médicos de ServiDigest le aconsejaran la práctica de ejercicio físico, seguir una dieta equilibrada y dedicar un tiempo adecuado para la defecación, son algunos de los factores que mejoran los síntomas y la evolución de este trastorno.

Algunas variaciones en la dieta pueden ayudar a controlar el Colon irritable: realizar comidas no copiosas, pobres en grasas y ricas en proteínas puede mejorar el dolor abdominal; el evitar alimentos flatulentos mejora la distensión abdominal; el consumo de abundante fibra dietética (frutas, verduras, salvado de trigo, etc) y la ingesta de agua (1 a 2 litros diarios) ayudan a combatir el estreñimiento.

Se pueden utilizar algunos medicamentos seleccionados de acuerdo con la sintomatología del paciente: el dolor y distensión abdominal mejoran con inhibidores de la motilidad intestinal (espasmolíticos) y con antidepresivos a dosis bajas; la diarrea y el estreñimiento pueden ser manejados con antidiarreicos y laxantes, respectivamente.