Hepatitis Crónica por Virus Hepatitis C

¿Qué es la Hepatitis C?

La Hepatitis crónica por el VHC es una enfermedad lentamente progresiva caracterizada por la inflamación hepática persistente, con una progresión de la rigidez hepática (fibrosis).

La infección crónica por virus de la hepatitis C (VHC) es un problema de salud pública importante. En España, la prevalencia en adultos que presentan anticuerpos contra este virus es del 1.7 %. Existen varios tipos virales (genotipos) que varían en función de factores como por ejemplo la etnia, siendo el genotipo “1b” el más frecuente en España.

¿Qué síntomas presenta?

La infección reciente por el virus de la hepatitis C (VHC) usualmente es asintomática. Alrededor del 15-45% de las personas infectadas, presentan curación de la misma después de 6 meses de la infección sin recibir tratamiento. Un 55-85% de estos pacientes presentaran una infección crónica por VHC. En estos pacientes existe un riesgo del 15% de evolucionar a cirrosis hepática en 20-30 años. Una vez que la cirrosis se ha establecido puede permanecer indolente en algunos pacientes por muchos años mientras que en otros progresará a carcinoma hepatocelular (CHC) o descompensación hepática. Cuando la cirrosis ya está establecida, existe mayor probabilidad de presentar cáncer hepático o descompensaciones, lo que empeora de forma importante el pronóstico de la enfermedad.

¿Cómo se diagnostica?

Dado que puede cursar como una infección asintomática, los pacientes pueden ser diagnosticados si su médico sospecha que presentan factores de riesgo, tales como:

• Haber recibido transfusiones sanguíneas, productos sanguíneos o inmunoglobulina anti-D durante el embarazo antes de 1990.
• Tatuajes o perforaciones con materiales no esterilizados
• Usuarios de drogas intravenosas o cocaína intranasal.
• Trabajadores del sector sanitario.
• Pacientes en diálisis.
• Aquellos que participan en relaciones sexuales de alto riesgo.

Otra forma frecuente de diagnóstico es al objetivar alteraciones en los parámetros de función del hígado en personas que se realizaron un análisis de sangre por cualquier otra causa. Su médico le indicará realizar detección de anticuerpos dirigidos contra el VHC que en caso de ser positivos, obligan a solicitar la carga viral del VHC, para distinguir entre infección actual o pasada.

¿Cuál es el pronóstico?

En la hepatitis crónica por el VHC es fundamental conocer el grado de fibrosis ya que esta determina de forma importante el tratamiento a seguir y en consecuencia el pronóstico de la enfermedad. La fibrosis se puede medir a través de técnicas de Elastografía de transición hepática (FibroScan CAP®) o mediante biopsia hepática.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento del VHC ha evolucionado en el transcurso del tiempo con tasas de curación de menos del 10% en 1990 a más del 90% en el año 2014. El panorama del tratamiento de la hepatopatía por VHC cambia rápidamente. La aprobación de los inhibidores de la proteasa NS3 de primera generación, Telaprevir (TPV) y Boceprevir (BOC) en el año 2011 representó un gran avance en el tratamiento de la hepatitis crónica por VHC. La combinación de TPV o BOC con Peg-INF-α y Ribavirina (RBV) demostraron una mayor tasa de respuesta viral sostenida (RVS) en pacientes con infección por el genotipo 1 y fibrosis/cirrosis avanzada.

Los tratamientos basados en Interferón producen un gran número de efectos adversos, especialmente para pacientes con hepatopatía avanzada. Estos efectos adversos incluyen riesgo de descompensación hepática, infección grave y supresión de componentes sanguíneos a nivel medular. Los efectos adversos psiquiátricos de tipo ansioso, depresivo y el insomnio también son muy frecuentes.

En poblaciones seleccionadas, los regímenes libres de interferón con antivirales de acción directa (Sofosbuvir, Ledipasvir, Simeprevir, Paritaprevir/Ritonavir, Dasabuvir y Ombitasvir), son el nuevo estándar de tratamiento. Estos nuevos fármacos obtienen tasas de curación en más del 90% de las personas infectadas por el VHC, son efectivos contra genotipos que antes eran difíciles de tratar y se ha incrementado la eficacia y disminuido la duración del tratamiento. Un número significativo de fármacos se encuentran en diferentes fases de desarrollo y se espera su aprobación en los próximos años.

Su médico especialista de la Unidad de Hepatología le indicará cuál es el tipo de tratamiento adecuado en el momento actual, según las recomendaciones vigentes.